La ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, quiere que los empleados se puedan formar durante su horario laboral.
La idea, con formato de rumor, ya venía circulando en los pasillos del Congreso de España y en los medios de comunicación. Ahora, esa idea tomó más fuerza porque fue Yolanda Díaz, la vicepresidente segunda y ministra de Trabajo en funciones, la que verbalizó el pensamiento que pronto se convertirá en una propuesta legislativa: que los empleados puedan formarse durante su horario laboral.
“Queremos convertir la formación en un derecho… Tenemos que huir de los planteamientos que se han venido haciendo en nuestro país y en otros estados de Europa… La formación no tiene que ver sólo con la juventud, ni sólo cuando las personas se encuentran en situación dramática de desempleo”, manifestó la ministra gallega en Barcelona, en una conferencia con otros ministros de Trabajo de la Unión Europa. Todo se llevó a cabo en el marco de la presidencia española del Consejo de Europa.
Formarse durante el trabajo, ¿una opción posible?
La intención de Yolanda Díaz es que la formación profesional pase a ser un derecho subjetivo de los ciudadanos, ni más ni menos. En limpio: que los ciudadanos puedan reclamarlo y el que quiera pueda exigirle a su empresa que reserve parte de su jornada laborar para estudiar o hacer algún curso.
¿Esto es posible? Primero se debe subrayar que esto, de algún modo, ya está vigente, pero poco se cumple. Los asalariados, actualmente, cotizan cada mes una porción de su salario para una hucha que luego está a disposición de las empresas para una serie de cursos de formación bonificada. Este año hay 1.047 millones de euros de crédito disponible para que las empresas le den formación a sus plantillas, según los datos que brinda la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (Fundae).
Esa es la teoría, por supuesto. ¿Y la práctica? La realidad es que ese crédito no se termina de gastar durante el año. De hecho, los empleados que se anotan en algún curso lo terminan realizando fuera de su horario laboral, a pesar de que los nuevos conocimientos sirvan para mejorar la productividad de la compañía.
“En España tenemos dos grandes déficits. Por un lado, muchas personas con una hipercualificación que son expulsadas del mercado de trabajo por ello y luego tenemos exactamente lo contrario… Queremos competir a través de trabajadores altamente cualificados, no ‘low cost’”, remarcó Yolanda Díaz.
