La OCU ha compartido una información que ha supuesto un frenazo total a muchos coches de cara al futuro: hay muchas dudas
Ya son varios los años que el mundo del motor y del automovilismo se han visto obligados a hacer un cambio en su producción enfocando todas sus nuevas producciones a motores eléctricos o de hidrógeno. Pero son muchas las personas que siguen sin ver la mejora medioambiental en estos cambios.
Pues es que los coches de hidrogeno no han conseguido el éxito que se esperaba de ellos. Siendo tal, que tan solo existen tres coches de hidrógeno en el mercado. Y es que el consumidor tampoco se ha decantado por esta opción siendo el coche eléctrico el claro ganador en esta disputa. Es importante conocer que la única diferencia entre ambos coches es su forma de cargarse, y es que ambos tipos de motores tienen 0 emisiones, pero en el caso del motor hidrógeno cuenta con una pila de combustible de hidrógeno, en comparación con la carga del coche eléctrico que ya muchos conocemos.
Como siempre, la Organización de Consumidores y Usuarios ha dado su opinión respecto al tema. En este caso la OCU ha comparado estos dos tipos de vehículos con los de gasolina y para ello ha comparado el gasto que cada uno realiza cada 100 kilómetros.
Las razones de la OCU que preocupan al consumidor por los coches
Para empezar, no todos son desventajas y es que este tipo de etiqueta 0 emisiones suele traer ventajas fiscales que siempre ayudan a los consumidores. Y a la hora de repostar, o en este caso cargarse, necesitan mucho menos tiempo que los eléctricos.
Pero a su vez, los puntos de carga de este tipo de vehículos están muy poco repartidas en España y es que tan solo existen tres abiertas para todo el público en España. Y su precio es mucho mayor que en el caso de un coche eléctrico. Además, sus pocas opciones a la hora de encontrar un coche de este estilo en el mercado hacen que su precio sea mucho mayor.
Por lo que si estas pensando en adquirir un nuevo coche, el eléctrico parece la mejor opción, por todas las ayudas fiscales y por su abaratamiento de costes con respecto a sus competidores: gasolina, diesel o hidrógeno. Y es que todo apunta a que los dos primeros tienen los días contados.